lunes, 8 de octubre de 2012

Efectos de Movimiento

Efectos de movimiento en la ilustración

El concepto de movimiento, por el cual un objeto o una persona cambia de posición dentro de un espacio, forma parte de lo que se ha llamado las cualidades del arte. En el dibujo, la vitalidad y expresividad de la obra depende del movimiento que transmita, y por ello es de gran importancia a la hora de realizar trazos.

Cuando movamos a un objeto o una figura, podemos hacerlo de varias formas, pero siempre tendremos que tener en cuenta que estamos creando una ilusión de movimiento, ya que nuestro dibujo es al fin y al cabo estático.


Una buena manera de dibujar nuestra figura es seguir estos pasos:

1. Dibujar la cabeza y hacia donde queramos que mire el personaje.
2. Señalar la dirección del cuerpo con una línea. Normalmente esta línea correspondería a la columna vertebral, pero ésta más bien señalaría la dirección global del cuerpo.
3. Señalar la dirección de las piernas y hallar el pie en el que se apoya el peso del cuerpo, y el pie en el que no. En el caso de tratarse de un salto, esto no hace falta.
4. Señalar la dirección de las manos.



Como se puede observar, lo importante es, en el caso de dibujar el movimiento, hallar las distintas direcciones hacia las que se dirigen el cuerpo, los brazos y las piernas. Son las líneas que van a guiar a aquel que mire el dibujo y le van a señalar por dónde ir. Estas se llaman líneas de dirección.

Para que una figura dé la sensación de que esté moviéndose, sus líneas de dirección han de ser lo menos verticales u horizontales posibles.

Las líneas deben de ser en su mayoría diagonales, ya que señalan un movimiento activo hacia uno de los lados. Cuanto más inclinada sea la diagonal, más extremo será este movimiento. Por ejemplo, una figura andando tiene una diagonal muy poco marcada, mientras que si corre está más inclinada.

Las curvas, por otro lado, también son diagonales, y crean mucha sensación de movimiento debido a que obligan a seguirlas con la vista y, en ocasiones, parecen crear efectos ópticos. Las curvas se utilizan con mucha frecuencia, especialmente en figuras femeninas.

El problema de esto es que, en muchas ocasiones, la figura parece que va a caer. Solucionaremos esto trazando una línea imaginaria desde la garganta del personaje hasta el suelo; en esta línea ha de estar situado el tobillo del pie que aguanta el peso y así la figura no se caerá. Esto se llama eje de gravedad.
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Línea y movimiento

La línea de contorno en sí misma también da movimiento al dibujo. Esto se produce cuando se valora la línea y se hace más gruesa en algunos lugares y más fina en otros. De esta manera, la línea se vuelve también sinuosa y crea curvas que se mueven, al tiempo que da profundidad al dibujo. Las partes más oscuras, parecerán más cercanas al lector, y parecerán proyectarse hacia fuera, creando también sensación de movimiento.

La figura tiene la capacidad de girar y doblar la cintura, el cuello, los hombros, los codos, las muñecas y los dedos. Tanta flexibilidad da lugar a una multitud de posturas increíblemente amplia y muy expresiva. La figura mostrará gran variedad de estos movimientos, siendo la habilidad para combinarlos, especialmente los movimientos de las manos, uno de los elementos más valorados de un dibujante.
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Lo mejor para dibujar las torsiones de la parte superior del cuerpo es basarse en las curvas para realizarlas y basarse mucho en la observación del cuerpo. Y siempre habremos de recordar algunas leyes básicas de dibujo que nos ayudarán, como el hecho de que si los hombros van para una dirección, la cadera va en la contraria.



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