¿Qué es el diseño editorial?
Es una de las ramas mas complejas del
diseño gráfico, por la gran variedad de factores que se debe tener en cuenta,
tanto en su diseño y diagramación como en su producción e
impresión. Se deben poseer muchos conocimientos editoriales, tipográficos y
morfológicos, para que la tapa tenga el impacto que debe tener, para que las
notas sean agradables de leer y no aburran, para que los títulos, copetes, y
destacados sean originales, para que el texto sea legible. Además de tener un
fluído conocimiento de programas como Quark o Indesign. Se deben tener en
cuenta los elementos variables y fijos que le darán la identidad, la grilla, el
logo, la paleta de colores, las tipografías, el uso de imágenes, y demás
cuestiones que las pueden resolver un diseñador gráfico profesional.
El creciente éxito de las revistas de moda y belleza y la mujer contemporánea
La cantidad de revistas de moda y belleza a la venta ha aumentado en el último lustro a la vez que su difusión prácticamente se ha doblado.Si bien la audiencia femenina consume más que antes todos los medios de masas (a excepción de la TV), la atención que presta específicamente a las revistas de alta gama merece
especial atención, dado que este segmento mediático basa su discurso en insistir en la diferencia de género entre hombres y mujeres; sus artículos, sus fotografías y los anuncios que los acompañan contribuyen a definir socialmente qué se considera propio o típico de la vida de una mujer, sobre todo en lo que a estándares de belleza y de moda se refiere. Sus páginas suelen reflejar lo que la cultura considera característico del universo femenino, a la vez que ofrecen a la audiencia cobertura de los temas que suponen le interesan; su elección de asuntos y de imágenes sugiere a la lectora las expectativas que se tienen de ella por el hecho de ser mujer y también qué se entiende por feminidad. Además, la concentración en la belleza y en la moda, temas a los que se dedican la mayoría de las páginas, refleja la insistencia en continuar asociando a una mujer con el atractivo físico más que con otros aspectos.
especial atención, dado que este segmento mediático basa su discurso en insistir en la diferencia de género entre hombres y mujeres; sus artículos, sus fotografías y los anuncios que los acompañan contribuyen a definir socialmente qué se considera propio o típico de la vida de una mujer, sobre todo en lo que a estándares de belleza y de moda se refiere. Sus páginas suelen reflejar lo que la cultura considera característico del universo femenino, a la vez que ofrecen a la audiencia cobertura de los temas que suponen le interesan; su elección de asuntos y de imágenes sugiere a la lectora las expectativas que se tienen de ella por el hecho de ser mujer y también qué se entiende por feminidad. Además, la concentración en la belleza y en la moda, temas a los que se dedican la mayoría de las páginas, refleja la insistencia en continuar asociando a una mujer con el atractivo físico más que con otros aspectos.
Tradicionalmente se han considerado revistas “femeninas” aquellas que tratan del conglomerado de temas que la sociedad considera de interés o apropiados para las mujeres. La costumbre ha sido etiquetar como publicaciones periódicas “para mujeres” las de moda y belleza, las “femeninas” y las del corazón.
Al primer grupo pertenecen las de alta gama, objeto de este estudio: en la actualidad, Glamour, Elle, Cosmopolitan España, Telva,Woman, Vogue España, Marie Claire, Única e InStyle (por orden de difusión); al segundo, aquellas que, además de tratar belleza y moda prestan mayor atención a otros temas considerados de interés para ellas, como el hogar, la familia, la cocina, la decoración o las relaciones de pareja (por ejemplo, AR La revista de Ana Rosa, Mía, Nuevo Vale, Bulevar 21,Clara, etc.; la exitosa prensa rosa compone el tercer grupo, con Pronto, Hola, Diez Minutos,Semana, Lecturas, Que me dices, Cuore, Sorpresa, etc.
Estos tres tipos de revistas de consumo (junto con las de decoración) tienen a la audiencia femenina como destinataria preferente y abarcan más de la mitad de las ventas del sector. La mayoría de los compradores
de revistas son mujeres y el interés que demuestran por estos medios los ha convertido en laspublicaciones periódicas en cuadernos con mayor inversión publicitaria. Como consecuencia,el segmento de revistas de moda y belleza está experimentando considerable dinamismo y expansión en los últimos años.
de revistas son mujeres y el interés que demuestran por estos medios los ha convertido en laspublicaciones periódicas en cuadernos con mayor inversión publicitaria. Como consecuencia,el segmento de revistas de moda y belleza está experimentando considerable dinamismo y expansión en los últimos años.
Conclusión
Las ventas de las revistas de alta gama han aumentado notablemente en el último lustro, cuando además ha incrementado el número de cabeceras a la venta. Se trata de publicaciones centradas en reflejar detalladamente las tendencias en ropa y en aconsejar sobre cómo aparecer más bella. Tanto sus artículos de contenido como la publicidad que los acompañan presentan un homogéneo universo de glamour,conformado principalmente por reportajes sobre moda, productos de belleza, pareja, famosos, decoración, viajes, cocina y, en menor medida, familia, asuntos tradicionalmente considerados interesantes para una mujer y
definidores de feminidad. Esta limitada selección de temas no resulta impedimento para que la mujer contemporánea, la cual goza de mayor independencia económica y de una situación en general más moderna y liberada que la de sus predecesoras, se sienta atraída por estos medios, ya que diseminan información por la que se muestra muy interesada.
Las ventas de las revistas de alta gama han aumentado notablemente en el último lustro, cuando además ha incrementado el número de cabeceras a la venta. Se trata de publicaciones centradas en reflejar detalladamente las tendencias en ropa y en aconsejar sobre cómo aparecer más bella. Tanto sus artículos de contenido como la publicidad que los acompañan presentan un homogéneo universo de glamour,conformado principalmente por reportajes sobre moda, productos de belleza, pareja, famosos, decoración, viajes, cocina y, en menor medida, familia, asuntos tradicionalmente considerados interesantes para una mujer y
definidores de feminidad. Esta limitada selección de temas no resulta impedimento para que la mujer contemporánea, la cual goza de mayor independencia económica y de una situación en general más moderna y liberada que la de sus predecesoras, se sienta atraída por estos medios, ya que diseminan información por la que se muestra muy interesada.
El tema de la belleza se ha convertido en una poderosa ideología en la sociedad contemporánea y la lectora parece estar haciendo uso de estas revistas para aprender cómo estar a la altura de las nuevas expectativas, ahora que, además, su mayor poder adquisitivo le permite darse gusto en este sentido. A los roles convencionalmente asociados con una mujer (esposa, ama de casa y madre), en el presente se suma el de trabajadora fuera del hogar, de la cual se espera, por añadidura, que se mantenga hermosa, delgada y joven durante el mayor tiempo posible… Ante la influencia social, el aumento de la expectativa de vida, la mayor
probabilidad de divorcio, el prolongamiento de la soltería hasta una edad más avanzada, el menor número medio de hijos por mujer en edad fértil… las revistas de moda y belleza y su insistencia en informar sobre cómo mantenerse de buen ver se vuelven más populares que el cóctel de asuntos típicos de las publicaciones “femeninas” anteriormente mencionadas. Al fin y al cabo, los medios de alta gama continúan mitificando una idea con la que sus lectoras están familiarizadas desde siempre, la de una feminidad basada en un físico bello y de moda. En lugar de optar por presentar una idea de mujer más compleja o por fomentar igualmente otro
tipo de intereses, estas revistas prefieren contribuir considerablemente al ideal de atractivo físico femenino; persisten en considerar sinónimos belleza física y éxito personal y en asociar un buen estatus, condición tan deseada por una generación de mujeres pionera en el trabajo fuera de casa, con el consumo.
probabilidad de divorcio, el prolongamiento de la soltería hasta una edad más avanzada, el menor número medio de hijos por mujer en edad fértil… las revistas de moda y belleza y su insistencia en informar sobre cómo mantenerse de buen ver se vuelven más populares que el cóctel de asuntos típicos de las publicaciones “femeninas” anteriormente mencionadas. Al fin y al cabo, los medios de alta gama continúan mitificando una idea con la que sus lectoras están familiarizadas desde siempre, la de una feminidad basada en un físico bello y de moda. En lugar de optar por presentar una idea de mujer más compleja o por fomentar igualmente otro
tipo de intereses, estas revistas prefieren contribuir considerablemente al ideal de atractivo físico femenino; persisten en considerar sinónimos belleza física y éxito personal y en asociar un buen estatus, condición tan deseada por una generación de mujeres pionera en el trabajo fuera de casa, con el consumo.
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